VALLE DE GUAYEDRA, (AGAETE)
ORIGEN Y NOTICIAS DE LUGARES DE
GRAN CANARIA
Humberto Manuel Pérez Hidalgo
Dice Abreu Galindo: «… A Fernando Guanarteme, le hicieron bautizar los Reyes Católicos y le prometieron, lo que pidió, que a su vuelta a Gran Canaria le hiciesen merced de un valle y asiento que tenía que se llamaba Guayedra, de muchos higuerales y no sirve más que para pasto de ganado, que era principal hacienda de canarios…».
Dice también Viera y Clavijo: «… Guayedra no es más que una ladera de montañas y riscos escarpados que corren hasta la ribera del mar…».
Fernando Guanarteme dio en dote a su sobrina, Masequera de nombre aborigen, Margarita Hernández Guanarteme ya bautizada, en su casamiento con Miguel de Trejo Carvajal, la finca del Valle de Guayedra, cuyo deslinde se hizo el 11 de octubre de 1512 por orden del gobernador Lope de Sosa, y que luego esta vendió, el 21 de agosto de 1523, a Fernán Sánchez Bentidagua, quien su vez la vendió antes de 1529 a Antonio Cerezo El Joven. Con posterioridad, en el vínculo entre distintos bienes constituido el 29 de marzo de 1704 por las hermanas María, Juana y Francisca Cabrejas Bethencourt, se declara la propiedad de diez mil seiscientas cuarenta y cuatro fanegas y siete celemines del «Cortijo de Guayedra de tierras labradías, riscos y “arrifes” con aguas, casas, ovejas, cabras y colmenas, además de casas de alto y bajo».
Declaran heredero al hijo y sobrino José Montesdeoca Cabrejas y sus descendientes, con la obligación de firmar después del primer apellido del padre con el de Trejos, Cabrejas o Quintana, y la curiosa particularidad de que los descendientes mudos y locos no son excluidos de la sucesión.
La zona arqueológica del Valle está conformada por los conjuntos de Guayedra Baja, Majada de Altabaca, El Roque y Guayedra Alta.
El conjunto de Guayedra Baja está compuesto por Las Casas de Guayedra y por el Conchero de la Playa del Negro. Las Casas de Guayedra están asociadas a las estructuras aborígenes conformadas por construcciones de tradición popular, casas canarias con tejas, posiblemente reutilizando viviendas de los antiguos canarios. Es la zona más fértil del valle cercano a la costa. Al otro lado de la carretera se encuentra La Majada de Altabaca (véase ALTABACA, MAJADA DE) compuesta por estructuras habitacionales de piedra seca y de planta cruciforme, ovaladas y Porras
A este conjunto se suma la concentración de material arqueológico entre el que destaca la cerámica aborigen, la industria lítica tallada, moluscos marinos y restos de fauna terrestre, asociados a alineaciones de piedra que podrían corresponder a varias estructuras en la actualidad enterradas. El valle de Guayedra aparece como una cuenca hidrográfica, en cierta medida de tipo original, dentro de la diversidad de formas fluviales de la isla. Si bien su sistema hidrográfico ofrece una organización de afluentes o tributarios casi simétrica, lo destacable reside, primero, en que, morfológicamente, el valle parece pertenecer sólo al tramo superior de una cuenca mayor donde hoy estarían ausentes el curso medio y el bajo; y segundo, en que sus perfiles longitudinal y transversal culminan en cortaduras o andenes de desniveles fuertemente verticales. Ello es consecuencia del cambio de la litología a partir del contacto entre los basaltos inferiores y las traquitas suprayacentes. Una de sus curiosidades consiste en la existencia de unos gigantescos bloques traquíticos, llamados popularmente «piedros», alojados a lo largo del cauce del barranco, que corresponden a desprendimientos desde las cornisas, a veces muy distantes, y cuya peculiar forma redondeada resalta aún más su originalidad. De cualquier modo, corresponden a fenómenos erosivos en los que la gravedad ha sido el agente decisivo. La desembocadura del Valle está formada por depósitos sedimentarios aluviales con depósitos de origen marino.